Esta metodología comenzó a aplicarse durante una salida de campo que un grupo de investigadores llevó a cabo entre el 13 de febrero y 6 de marzo del presente año.
En este mismo sentido, cabe señalar que la vegetación que cubre los afloramientos rocosos en esa reserva natural, es similar a la de los bosques secos tropicales. Esto, en razón a su capacidad para soportar condiciones de extrema sequía.
Sin embargo, también es importante mencionar que este tipo de flora se encuentra amenazada debido a los incendios provocados y a su remoción a manos de algunas personas que habitan los alrededores del parque.
Bajo ese contexto, WCS y el Parque Nacional Natural El Tuparro fijaron como metodología de monitoreo, la toma de fotografías para determinar qué tan conservada está esa clase de vegetación.
Asimismo, los investigadores pusieron en marcha un sistema de monitoreo para detectar la presencia de ungulados (dantas y venados) en 42 sitios que escogieron al azar dentro del parque. Cada sitio corresponde a una parcela de 1 km2, área en la que los científicos realizaron recorridos para buscar huellas o letrinas, y para instalar cámaras trampa.
Ambos mamífers –pero en especial las dantas que habitan esa reserva nacional-, están muy presionados a manos de la caza comercial ilegal y no sostenible.
Por último, los resultados de la implementación de este sistema de monitoreo para ungulados y para la vegetación de los afloramientos rocosos del Tuparro, serán línea base para comparar su estado de conservación y su grado de ocupación, en un futuro.