Según la UICN (2004), esta especie se encuentra catalogada en Peligro Crítico, y aparece en la lista del apéndice II de CITES (significa que está siendo víctima de tráfico ilegal de fauna silvestre). La pérdida y degradación de su hábitat como consecuencia de la expansión de la frontera agrícola, así como la tala de los bosques para establecer cultivos ilícitos, constituyen otras de sus principales amenazas. A ello se suma su rango de distribución, que es menor a los 10 km2 en un área severamente fragmentada y cuyos bosques están en continua disminución.
Oophaga Lehmanni habita la selva húmeda tropical, principalmente en el suelo; sin embargo, ocasionalmente sube a los árboles. Por parte de los machos, las tareas paternales incluyen cargar los renacuajos en la espalda para trasladarlos hasta las bromelias, plantas donde se desarrollan. Por su parte, las hembras, al recibir el llamado de los machos, alimentan a los renacuajos con huevos que ellas ponen, pero que no están fertilizados. De ahí que este género reciba el nombre de oophaga, es decir, que come huevos.
Este anfibio puede hallarse en dos localidades en la Cordillera Occidental: en el municipio de Dagua, cerca del río Anchicayá (Valle del Cauca), entre los 600 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar. También es posible encontrarlo en el Parque Nacional Natural Farallones de Cali.
Actualmente, WCS coordina la estrategia de conservación de anfibios para el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia, proyecto en el que de forma articulada trabaja en favor de esta especie con el PNN Farallones de Cali.
Bajo dicha estrategia, que es financiada por el Zoo Zurich, WCS apoya a los parques nacionales para que formulen un programa de monitoreo de sus poblaciones de anfibios y para que capaciten a sus funcionarios en torno a este tema.