Tortugas

Una valiosa área protegida para las tortugas que habitan los ríos


En el Distrito Regional de Manejo Integrado 'El Encanto de los Manglares del Bajo Baudó', se está tras la pista de la ‘cabeza de trozo’, especie que solo vive en Colombia.

Durante 10 días, Igor Felipe Valencia, biólogo de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, capturó y describió las características físicas de 55 tortugas que halló durante la Caracterización participativa de los objetos de conservación del Distrito Regional de Manejo Integrado 'El Encanto de los Manglares del Bajo Baudó' (Chocó). Esto, como parte del trabajo que WCS Colombia adelanta en ese lugar en equipo con Concosta y Codechocó, para aportar información de aquellas especies consideradas objetos de conservación.

Durante una primera jornada de muestreo que Valencia realizó en el mes de marzo del 2019, con apoyo de un asistente local de mucha experiencia en la zona, identificó principalmente tres especies: Rhinoclemmys melanosterna, conocida en ocasiones como la tortuga palmera; Rhinoclemmys nasuta, a la que llaman tortuga de nariz larga, y la tortuga de río con el nombre científico de  Kinosternon leucostomum.


Para encontrarlas, y en un lapso de cinco días, el investigador instaló 10 trampas que cebó con atún, plátano y hojas, y que colocó, semi-sumergidas, en algunas quebradas ubicadas muy cerca de la comunidad de Guineal (sector conocido como ‘Rastrojos’). Otro de los sitios monitoreados fue ‘El Firme’, donde se instalaron siete trampas durante tres días. Luego de haber sido fotografiadas y analizadas, todos los ejemplares capturados fueron devueltos a su hábitat.

Las tortugas, así como las iguanas y otros reptiles, han sido cazadas con intensidad por los habitantes de esta zona, principalmente durante Semana Santa, época en las que son consumidas. Aún no se sabe qué tanto ha impactado esa costumbre a las poblaciones de dichos  animales.   

“Luego de hablar con la comunidad, encontré un vacío de conocimientos al momento de diferenciar las tortugas. Para muchas personas, todas ellas son iguales, son las mismas, sin importar la especie. Pero creemos que allí puede existir una gran variedad. Precisamente, lo que queremos es definir, con certeza, cuáles son las que habitan en ese lugar”, explicó Valencia.

Existen algunas especies que aún no se han visto, pero sobre las que hay certeza de que recorren la región. Tal es el caso de Kinosternon dunni, también llamada ‘cabeza de trozo’. Ella solo habita en Colombia (endémica para el país) y tiene una distribución muy restringida. Esto hace muy difícil encontrarla. De hecho, por vivir en una zona tan pequeña, es muy vulnerable a la extinción, principalmente como consecuencia de aquellas presiones que puedan estarse dando sobre el medio ambiente en el que habita.

En ‘El Encanto de los Manglares del Bajo Baudó’ también estaría Chelydra acutirostris, bautizada como tortuga bache, pímpano o mordedora.


Las tortugas son animales que controlan poblaciones de plantas que podrían afectar los cuerpos de agua de no ser controladas. También, dispersan semillas, forman parte de la cadena trófica y son claves para el buen mantenimiento de los suelos.

Aparte del consumo de su carne por los humanos, la destrucción del hábitat en el que subsisten es una de las amenazas más graves que enfrentan.

“Colombia es un lugar biodiverso en tortugas, y Chocó no es la excepción. Eso es algo que debemos demostrar y esa es una de las justificaciones sobre el porqué es tan importante la caracterización que WCS Colombia hace en la región”, opina Valencia.