Ciénaga La San Juana
La sanas aguas de la ciénaga La San Juana nos indican el buen estado de conservación de este humedal. El manatí del Caribe, mamífero del mundo acuático por el que también trabaja el Proyecto Vida Silvestre, tiene en este bello rincón del Magdalena Medio, uno de sus hogares.
El caño San Juan
Corre el caño San Juan con calma y sin ansiedad. Su transcurrir, sinuoso, estrecho, lo delimitan, al mismo tiempo, amplias y no tan amplias franjas de bosque. Estas protegen a una generosa gama de plantas y animales, todas y todos típicos del Magdalena Medio y su vida silvestre.
Ciénaga El Clavo
También forma parte de la cuenca baja del río Carare, esta ciénaga: El Clavo. Como cualquier humedal de su tipo, una de las más importantes funciones que presta, es la de una preciosa sala cuna donde comienzan la vida miles y miles de peces.
El río Carare
Así van muriendo sobre el río Carare, las últimas luces de cualquier día del año. En este punto, ya es muy poco lo que le queda por recorrer antes de entregar sus aguas a las del Magdalena. La unión de ambos cauces ocurre en tierras muy acaloradas y muy propias del occidente de Santander.