El Bita
Su vida comienza en el municipio de la Primavera, transcurre en medio de extensas sabanas y culmina en las aguas del Orinoco. Todo esto pasa en el extenso departamento del Vichada. Hace cinco años, a la cuenca de este cauce la declararon humedal Ramsar. Esta figura, de carácter internacional, protege, para el caso específico, las 824 mil hectáreas de bosques, sabanas y diversos cuerpos de agua que, en conjunto, alimentan la salud del Bita, columna vertebral del corredor de la danta.
La danta de tierras bajas
Científicamente la llaman Tapirus terrestris, y es considerada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) una especie en estado vulnerable, es decir, que está enfrentando un alto riesgo de extinción. ¿Cuáles son las amenazas que recaen sobre este animal? Principalmente la cacería y la pérdida de su hábitat. Esta situación no es un tema menor si tenemos en cuenta que también es una especie sombrilla, es decir, que en la medida en que sea protegida, esto garantiza la supervivencia de otras especies. Por esa razón es que a este lugar se le bautizó como el Corredor de la Danta.
Los predios
Cerca de 37 predios se han sumado a la iniciativa del Corredor de la Danta. En conjunto, todos ellos forman cuatro grandes núcleos que emergen en las cuencas media y baja del Bita, a lado y lado del río. En esas fincas, el Proyecto Vida Silvestre (PVS)* ha estado realizando siembras de especies nativas que buscan mejorar la conectividad de los bosques que recorre la danta. Así, ella pueda tener más espacio para moverse, alimentarse y reproducirse. Además, con los propietarios de estas fincas también se ha venido haciendo un trabajo educativo que busca incrementar su conciencia sobre las negativas consecuencias que genera la cacería de Tapirus terrestris.
El moriche
Una planta muy propia de las sabanas de la Orinoquia es la palma de moriche. Su presencia está íntimamente ligada con la del agua, lo que la convierte en una especie clave para la protección del indispensable recurso hídrico. Aunado a lo anterior, sus frutos son apetecidos por la danta y por otros animales que cohabitan con ella. De ahí que parte de los esfuerzos que se han venido haciendo para darle más vida a este lugar, son las múltiples jornadas de siembra de moriche, y que a la fecha ya contabilizan cerca de 13 mil palmitas.
Las cámaras trampa
Este recurso técnico es de sumo valor, pues le ayuda a los investigadores a establecer, a ciencia cierta, qué animales hay en un lugar. En el Corredor de la Danta, el Proyecto Vida Silvestre PVS* instaló, entre los años 2015 y 2020, y para diferentes momentos, cerca de 86 puntos de fototrampeo. Este ejercicio científico permitió corroborar la importancia de la cuenca del Bita como hogar para toda una diversidad de animales. En concreto, y solo en cuanto a mamíferos se refiere, las cámaras trampa allí instaladas revelaron la presencia de 27 especies, destacándose, entre otras, pumas, marranos silvestres, osos hormigueros y, por supuesto, la danta de tierras bajas.
*El Proyecto Vida Silvestre, iniciativa liderada por Ecopetrol, el Fondo Acción y WCS, trabaja por la conservación de 15 especies (doce de fauna y tres de flora). Lo hace en tres paisajes de Colombia: los Llanos Orientales, el Magdalena Medio y el Piedemonte Andino-Amazónico (Putumayo).