El paujil de pico azul

Quién es

También llamado pavón piquiazul, es un ave que forma parte la familia de los crácidos, en la que otras especies, como las guacharacas y las pavas, están incluidas. Principalmente frugívoro, el paujil busca su alimento directamente en el suelo del bosque, donde algunos invertebrados y alrededor de 15 tipos de plantas diferentes (brotes y frutos), componen su dieta.

 

Su hogar 

Es endémico del norte de Colombia, es decir, solo se encuentra en nuestro país, más concretamente hacia el norte del territorio.
Su distribución abarca tierras bajas (hasta 1200 m s. n. m.), desde el valle medio del río Magdalena y el bajo Cauca, hasta la Sierra Nevada de Santa Marta. Su sensibilidad al cambio en las condiciones de hábitat deja ver que requiere grandes áreas de bosques tropicales para vivir. De ahí que su presencia, o ausencia, lo convierta en una especie indicadora del estado de conservación de los ecosistemas que son su hogar.

 

Un ave en riesgo

La ampliación de la frontera agrícola, la construcción de carreteras, la cacería y la extracción de sus huevos para consumo, forman parte de las razones por las que hoy, el paujil de pico azul, se encuentra en riesgo de extinción (Peligro Crítico - CR), según la Unión internacional para la Conservación de la Naturaleza -UICN. La imagen que aquí observamos es la de una hembra de la especie.


Nuestro trabajo para conservarlo

Para efectos de mejorar las condiciones de vida del paujil de pico azul, el PVS y la Fundación Biodiversa Colombia se han propuesto: por una parte, mejorar la conectividad del hábitat por medio del mantenimiento de los corredores biológicos establecidos en el Magdalena Medio entre los años 2014 y 2017; y, de otro lado, acompañar la implementación de los planes de manejo de las Reservas Naturales de la Sociedad Civil y de los acuerdos de conservación, que también fueron establecidos durante ese mismo período y para esa misma región. 


Algunos resultados del Proyecto Vida Silvestre a favor del paujil

• Más de 5000 plántulas sembradas para restauración, incluyendo especies nativas como el roble, la ceiba bonga, iguá y el polvillo.

• 122 registros de la especie en cámaras trampa.

• 4 acuerdos de conservación firmados con propietarios.

• 2 Reservas Naturales de la Sociedad Civil y 2 más en proceso de registro.