Meliponas
En la vereda El Líbano (Orito, Putumayo) el Proyecto Vida Silvestre viene impulsando la cría de abejas nativas, iniciativa en la que su protagonista es el grupo taxonómico Meliponini, que son aquellas abejas sin aguijón a las que muchas personas llaman abejas meliponinas. El individuo que observamos en la foto, Melipona ebúrnea, representa a una de las 120 especies de meliponinas que habitan en Colombia. Al año, un solo nido de estos pequeños seres puede llegar a producir entre 1 y 11 kilogramos de miel, cifra que depende según sea la especie.
Felinos
Otro aspecto sobre el que viene trabajando el Proyecto Vida Silvestre en el piedemonte andino-amazónico es el de reducir los conflictos que se pueden presentar entre los animales de granja (por ejemplo, las gallinas o los cuyes) y mamíferos carnívoros como los tigrillos (foto). Para ello, los propietarios de fincas firman acuerdos de conservación que -entre otros aspectos- les ayudan a hacer mejoras logísticas en sus predios tratando así de evitar la ocurrencia de estas situaciones.
El churuco
Lo llaman científicamente Lagothrix lagothricha. Se trata de uno de los primates más amenazados de la amazonia, condición que es causada por la deforestación, la cacería y el tráfico ilegal para convertirlo en mascota. A la fecha, el Proyecto Vida Silvestre ha consolidado la creación de un grupo de mujeres llamado “Madres Protectoras del Churuco”. Con su compromiso y su dedicación, ellas propenden por el cuidado de este carismático animal.
Patrimonio botánico
Por supuesto que otro de los objetivos que tiene el Proyecto Vida Silvestre es la conservación de la riqueza vegetal de esos bosques andinos-amazónicos. En este aspecto, los esfuerzos están enfocados a salvaguardar, principalmente, a aquellas especies que son consideradas maderables, y que, en principio, sufren una gran presión en razón a su apetecido uso para construir viviendas u otra clase de infraestructura. Destacamos a Aniba perutilis (comino crespo o chachajo), Ocotea quixos (espíngo o canelo), Cedrela odorata (cedro rosado), Wettinia maynensis (chonta o palma blanca) y guarea grandifolia (cedrillo).
Marranos silvestres
Pertenecen a los Tayassidea, que es su familia taxonómica. Comúnmente son llamados cafuches, pecarís o zainos. Estos animales, de hábitos diurnos, deambulan por entre bosques y selvas en grandes manadas que pueden incluir decenas a centenares de individuos. Son omnívoros (su dieta incluye tanto plantas como animales), y su distribución es amplia: desde el sur de México hasta el norte de Argentina. En el Putumayo, el Proyecto Vida Silvestre también hace esfuerzos para protegerlos.
Las aves
“Colectivo Gallito de Roca” fue el nombre con el que decidió autobautizarse un grupo de habitantes de la vereda El Líbano (Orito, Putumayo). Ellos, comprometidos con su entorno ambiental, buscan aportar a la protección de los bosques y, por ende, a la conservación de su avifauna. Los estudios realizados por el Proyecto Vida Silvestre en esa región dan cuenta de, al menos, 297 especies de aves, cifra de gran importancia por lo que significa en términos de diversidad y por ser razón de sobra para fomentar el aviturismo como fuente de ingreso en esa región.