El congrial
Llaman congrial a esos lugares donde la especie botánica predominante es el congrio. La imagen que acompaña este texto fue tomada en un predio que se conoce como El Desierto, y cuyas tierras están ubicadas en la cuenca media del río Bita, en el departamento del Vichada. En Colombia -valga la aclaración- el congrio también hace presencia en los departamentos de Arauca, Caquetá, Casanare, Guainía, Meta y Vaupés.
La corteza
Este es un detalle de la corteza de un árbol de congrio que transita ya en su edad adulta. La madera, fina y muy resistente, es empleada, principalmente, para temas relacionados con la construcción y para levantar cercas que dividen los potreros en los pequeños predios llaneros y en los grandes hatos ganaderos. En Suramérica, el congrio también habita en Venezuela, Brasil, Bolivia, las Guyanas y Surinam.
La plántula
Esta imagen ilustra, de manera muy elocuente, las condiciones en las que nacen y crecen los congrios. La especie, digna de admirar por su resistencia, es capaz de subsistir, desde sus primeros días de vida, en esos suelos que el invierno llanero, año tras año, deja bajo el agua (el fenómeno ocurre a partir del mes de abril y va hasta finales de noviembre). Estos lugares son conocidos por los habitantes locales como “bajos”. Y es allí, justamente, donde las semillas y las plántulas de congrio encuentran un ambiente propicio para lograr su desarrollo.
Las siembras
El *Proyecto Vida Silvestre (PVS) trabaja por la conservación de 15 especies de flora y fauna en tres regiones de Colombia: el Magdalena Medio (Antioquia y Santander), el piedemonte andino-amazónico (Putumayo) y los Llanos Orientales (Arauca y Vichada). Y es en este último paisaje donde esta iniciativa conservacionista hace importantes y necesarios esfuerzos para incrementar las poblaciones silvestres del árbol de congrio. A la fecha, el PVS ha sembrado más de 40 mil plántulas de Acosmium nitens, que es como se le conoce científicamente a esta especie.
El vivero
En predios que pertenecen a las cuencas media y baja del rio Bita, en el lejano departamento del Vichada, es donde más plántulas de congrio ha sembrado el Proyecto Vida Silvestre. Dichas siembras, que no serían posibles sin la consecución de las respectivas semillas (foto), alimentan una estrategia mucho más amplia y mucho más ambiciosa: generar un extenso corredor biológico que resguarde y facilite el tránsito de toda una diversidad de animales, lista que incluye, por ejemplo, a la danta de tierras bajas (Tapirus terrestris).
*El Proyecto Vida Silvestre, iniciativa liderada por Ecopetrol, el Fondo Acción y WCS, trabaja por la conservación de 15 especies (doce de fauna y tres de flora). Lo hace en tres paisajes de Colombia: los Llanos Orientales, el Magdalena Medio y el Piedemonte Andino-Amazónico (Putumayo).