La iniciativa se lleva a cabo en once aeropuertos de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil.
El tráfico de fauna silvestre es considerado una de las mayores actividades del crimen organizado en todo el mundo. Según el reporte de la iniciativa de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para la Reducción de Oportunidades de Transporte Ilegal de Especies Amenazadas (ROUTES) (2021), entre 2010 y 2020, este delito vinculaba a la región Latinoamérica y el Caribe con 53 países de todo el mundo y 65 especies de animales silvestres traficadas en el sector del transporte aéreo. Dichas especies incluyeron, para la década que reseña ROUTES, aves (en especial pinzones, tucanes, cardenales, tangaras, canarios, guacamayos y loros), reptiles (tortugas, lagartos y serpientes), especies marinas y acuáticas (peces ornamentales, particularmente) y mamíferos (monos).
“El tráfico de fauna silvestre es una problemática que hemos enfrentado en la región desde hace siglos y la alta biodiversidad de nuestros países nos expone más a este riesgo”, señala Yovana Murillo, gerente del programa Contra el Tráfico de la Vida Silvestre - región Andes, Amazonía y Orinoquía de Wildlife Conservation Society (WCS).
Creada en 1895, WCS es la organización internacional pionera dedicada a la conservación de la fauna silvestre. En este sentido, indica que, entre 2010 y 2018, las autoridades confiscaron en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú más de 281.000 especímenes de fauna silvestre (WCS, 2023).[1] De ese total, más de 144.000 fueron tortugas. Los anfibios también son, infortunadamente, comercializados por los traficantes de vida silvestre. WCS destaca que en años más recientes se logró la confiscación de casi 13.000 ranas.
En todo este panorama, el rol que cumple la industria del transporte y sus diferentes actores, incluidos los pasajeros, es fundamental para la prevención del tráfico de animales silvestres.
“El transporte aéreo, terrestre, fluvial y marítimo, a nivel doméstico o internacional, es empleado por los traficantes y sus redes para la movilización ilegal a escala global de especies de vida silvestre. De ahí que sea clave el compromiso de este sector, como un aliado estratégico para reducir el involucramiento de la sociedad civil en este delito ambiental y alertar a las autoridades sobre el uso de medios y vías de transporte para el comercio ilegal de especies”, afirma Yovana Murillo.
Por esto, WCS lanza la campaña ‘Hay viajes que marcan vidas’, dirigida principalmente a usuarios de aeropuertos en los países andino-amazónicos, en especial pasajeros, tanto nacionales como extranjeros.
Esta campaña se desarrolla en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a través del proyecto regional ‘Conservando juntos’, y cuenta con el apoyo de la Unión Europea en el marco de la iniciativa ‘Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques’.
“A través del proyecto Conservando Juntos, WCS en colaboración con USAID fortalecen las capacidades de diversos actores de la sociedad civil para colaborar y liderar proactivamente esfuerzos para conservar la biodiversidad y prevenir delitos ambientales en la Amazonía, este proyecto conecta las áreas urbanas y rurales de la región, promoviendo la conservación de la naturaleza, la sostenibilidad y la legalidad en la Cuenca Amazónica”, comenta Dino Delgado, oficial de proyectos de USAID.
‘Hay viajes que marcan vidas’ se desarrolla en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, y abarca, en principio, once aeropuertos. Sin embargo, se espera ampliar y llegar a diecisiete o más terminales aéreas de la región.
La campaña tiene como principal objetivo sensibilizar a las personas acerca del tráfico de animales silvestres, vivos o sus partes, que son transportados vía aérea, y mostrarles el impacto que tiene este delito en la biodiversidad y la vida del animal (maltrato y, en muchos casos, la muerte), además de las consecuencias para quien lo comete.
“En los aeropuertos se dispondrán mensajes y videos informativos en diferentes ubicaciones, que llamarán la atención del pasajero sobre la manera como puede evitar ser parte de la cadena de tráfico durante su viaje. Esta información también se difundirá en las redes sociales y, además, se ha desarrollado un landing page donde los pasajeros encontrarán más información sobre esta problemática y recomendaciones para su viaje”, explica Murillo.
La iniciativa también pretende desincentivar el transporte, el comercio y la tenencia de animales silvestres para reducir el riesgo de aparición y propagación de enfermedades zoonóticas, es decir, las que se pueden transmitir entre animales y humanos.
A la par, WCS trabaja en colaboración con los aeropuertos y autoridades con el fin de fortalecer sus capacidades para la detección, el control y la prevención del tráfico de animales silvestres.
“Hemos elaborado un análisis de regulaciones, capacidades institucionales y mecanismos de coordinación relacionados con el control del tráfico de fauna silvestre en aeropuertos priorizados de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, lo que nos permitirá identificar el estado actual de estos mecanismos y poder identificar los puntos de mejora”, comenta Yovana.
Así mismo, se han establecido acuerdos de cooperación con aerolíneas como Avianca, concesionarios como VINCI Airports en Brasil, así como con la Dirección General de Aviación Civil de Ecuador, la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios y la Corporación QUIPORT, actores vinculados al Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, con el fin de incrementar sus capacidades operativas para la detección y prevención de potenciales casos de tráfico de vida silvestre.
Acerca de WCS
Wildlife Conservation Society (WCS) es una organización internacional sin fines de lucro, cuya misión es la protección de la vida y paisajes silvestres a través de la ciencia, las acciones de conservación, la educación y la inspiración para que las personas valoren la naturaleza.
WCS contribuye al cumplimiento de los compromisos internacionales por la protección de la naturaleza en más de 65 países de África, Asia y las Américas.
WCS se organiza en un conjunto de programas regionales, como Andes, Amazonía y Orinoquía que abarca los programas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, además de la participación regional en diversos asuntos de conservación. Es por esto, por lo que se encuentra entre las principales ONG, a escala mundial, dedicadas a la conservación.
Acerca de USAID
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) administra el programa de ayuda exterior de los Estados Unidos proporcionando asistencia económica y humanitaria en más de 80 países de todo el mundo. USAID desempeña un papel vital en la protección de ecosistemas críticos como la cuenca del Amazonas mediante la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, trabajando directamente con beneficiarios como los pueblos indígenas y las comunidades locales. El Programa Regional de Medio Ambiente de la Amazonia (AREP) prevé una cuenca amazónica sana y resistente que sea valorada por la sociedad, garantice el bienestar humano y salvaguarde nuestro clima global. https://www.usaid.gov/documents/amazon-vision-report
Contacto: Aquí va el dato de contacto de la agencia en cada país.
WCS (2023). Análisis regional sobre el comercio legal e ilegal de fauna silvestre en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, entre 2010 a 2018. Programa Contra el Tráfico de Vida Silvestre (CTVS), Wildlife Conservation Society Andes-Amazonía-Orinoquía (AAO).