Este reconocimiento, que es el primero de su tipo asociado a la conservación del único oso que vive en Suramérica, acaba de ser otorgado a una comunidad de pequeños cafeteros ubicados en el municipio de El Águila, en el norte del Valle del Cauca. Andean Bear Friendly es el nombre del sello que avaló sus buenas prácticas agrícolas.
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El café Oso Andino es una iniciativa liderada por pequeñas familias cafeteras asentadas en las montañas de la cordillera Occidental, en el municipio de El Águila, departamento del Valle del Cauca. Desde el año 2016, y de forma ininterrumpida, estas personas vienen trabajando de la mano con la alianza público – privada Conservamos la Vida, conformada por la Fundación Grupo Argos, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Fundación Smurfit Kappa, la Corporación Autónoma del Valle del Cauca y WCS, en el interés por mejorar su interacción con el que también es conocido como “el oso de anteojos”.
Gracias a la firma de varios acuerdos voluntarios de conservación suscritos entre los cafeteros y dicha alianza, los campesinos han venido destinando dentro de sus predios importantes áreas para fines exclusivos de conservación. Allí, y entre otras acciones, sus dueños realizan el mantenimiento a ciertas franjas de bosque, aislan los nacimientos de agua y ponen en marcha procesos de restauración que, en el futuro, le darán más espacio a los osos para moverse tranquilamente y en paisajes donde ya existen intervenciones humanas.
A cambio de todo ello, Conservamos la Vida viene fomentando y facilitando el mejoramiento productivo, lo que contempla el apoyo a la construcción de la infraestructura necesaria para incrementar la capacidad de beneficio del café, la puesta en marcha de sistemas que contribuyan con la reducción del impacto asociado a las aguas mieles residuales y el mejoramiento de las actividades cosecha y poscosecha. En conjunto, estas y otras medidas están permitiendo producir un café que no sólo es de alta calidad, sino que está asociado a la salvaguarda del oso y a la de su hogar natural: los bosques y los páramos andinos.
Maria Camila Villegas, Directora Ejecutiva de la Fundación Grupo Argos, asegura que “este sello permite demostrar que sí es posible que haya armonía entre la conservación y la producción sostenible para así proteger una especie tan importante como el oso andino”. Adicionalmente, destaca que “alianzas de largo plazo como Conservamos la Vida, son las que nos permiten tener un producto de esta calidad, y el cual aporta, significativamente, a conservar la vida silvestre y ampliar los mercados de Colombia en el mundo”.
Un poco de historia
En el año 2019 se llevó a cabo el lanzamiento oficial de la marca Café Oso Andino. Por aquel entonces se produjeron, a modo de prueba, los primeros 776 kilogramos de este producto agrícola. Tres años después, en 2022, y luego de trabajar en procesos asociativos con 15 familias cafeteras que para ese entonces ya conservaban más de 470 hectáreas de bosques, se creó, oficialmente, la empresa Productos de Exportación Guardianes del Oso Andino.
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En ese mismo año, varias instituciones, incluyendo a WCS, ProCAT Colombia, al Plan de Conservación de Carnívoros Andinos (Bolivia) y al Chester Zoo de Inglaterra, se dieron a la tarea de trabajar en la generación de los estándares Andean Bear Friendly (amigos del oso andino) para ganadería, apicultura y el cultivo del café. Estos estándares fueron consolidados y aprobados en 2024 por la empresa certificadora estadounidense Wildlife Friendly Enterprise Network.
Con ese panorama ya definido, Conservamos la Vida propuso que el trabajo cafetero en el municipio de El Águila, y que está asociado a la conservación del Oso Andino, fuera postulado como la primera iniciativa comunitaria de este estilo para obtener este sello, reconocimiento que, de llegar a ser otorgado -como evidentemente acabó de ocurrir-, ayuda a las familias cafeteras a abrir mercados de exportación a nivel internacional y a recibir mejores precios por las ventas de sus cosechas.
Fue así, entonces, como Wildlife Friendly Enterprise Network certificó al café Oso Andino, marca que, siendo 100% colombiana, es hoy en día el primer producto agrícola en Suramérica al que se le reconoce por ser amigable con esa especie.
“`El sello Amigo del Oso Andino´que recientemente le otorgaron a nuestro café Guardianes del Oso Andino, nos reafirma en nuestro compromiso por querer conservar el hábitat de esta especie y respetar la biodiversidad en general”, afirma Jaime Duque, uno de los cafeteros que vive en El Águila. Y añade: “aquellas personas que consuman cada taza de nuestro producto, deben saber que al hacerlo están apoyando estas prácticas sostenibles que buscan generar una sana convivencia entre la producción cafetera que nosotros hacemos y los recursos naturales con los que convivimos."
Tremarctos ornatus
Ese es el nombre científico del oso andino u oso de anteojos, mamífero que -dicho sea de paso- es la única especie de oso que se encuentra presente en América del Sur. Las principales amenazas que recaen sobre su existencia son la pérdida de sus hábitats naturales, el cambio climático y la cacería ilegal y retaliativa por interacciones negativas con comunidades humanas.
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El conjunto de todas estas amenazas llevaron a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y al Gobierno colombiano, a clasificarlo como vulnerable (VU) a la extinción. Es una situación lamentable que se hace aún más relevante en la medida que este animal es considerado una especie sombrilla (esto significa que su conservación ayuda a conservar a otros animales y a otras plantas silvestres).
De ahí la importancia de certificaciones como el Andean Bear Friendly, pues su otorgamiento es un gran estímulo que reconoce el esfuerzo de ganaderos, apicultores y caficultores por construir paisajes de coexistencia entre el oso andino y sus actividades agropecuarias, y que para este caso en particular está sucediendo, por primera vez en la historia, en un rincón del norte del Valle del Cauca, sobre la cordillera Occidental de Colombia.