Fue una fiesta para recordar la importancia de su conservación.
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
Con disfraces, canciones, dibujos, poesías y otras muestras culturales, la comunidad de Santa María la Virgen, en el municipio de Cravo Norte (Arauca), celebró el trabajo que ha venido adelantando en favor de la tortuga charapa (Podocnemis expansa).
El evento marca el cierre de la temporada reproductiva de la que es considerada la tortuga de río más grande de Suramérica (las hembras pueden alcanzar los 90 centímetros en su caparazón, y los 50 kilos de peso). La cacería, el tráfico ilegal, el consumo indiscriminado de sus huevos y su carne, así como la contaminación de su hábitat, forman parte de sus principales amenazas, condiciones todas que han diezmado drásticamente sus poblaciones.
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
Con este festival, los llamados “padres adoptivos de la Charapa” dan por concluidos cuatro arduos meses de trabajo en los que la mayor parte de su tiempo lo dedicaron a vigilar playas y nidos para evitar posibles saqueos, y a tomar datos relacionados con las posturas de las hembras y con el nacimiento de los tortuguillos.
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
La segunda edición del festival de la tortuga Charapa convocó alrededor de 120 invitados, entre niños y adultos. La gran mayoría provenientes de los departamentos de Arauca y Vichada, y de la ciudad de Bogotá. En esta ocasión, y con la ayuda de todos los asistentes, cerca de 1200 tortuguillos fueron liberados, simbólicamente, en las aguas del río Meta.
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
A la fiesta también acudieron representantes de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia), la Secretaría de Agricultura del Vichada, la Armada Nacional de Colombia y la estatal petrolera Ecopetrol. Esta última es la principal entidad financiadora del Proyecto Vida Silvestre*, iniciativa conservacionista que ha venido impulsando y apoyando, decididamente, el desarrollo del Festival de la Tortuga Charapa.
Foto: Iván Bernal/Fundación Omacha
* El Proyecto Vida Silvestre trabaja por la conservación de diez especies de flora y fauna en el Magdalena Medio y en los Llanos Orientales de Colombia. Es financiado por Ecopetrol, la Fundación Mario Santo Domingo y el Fondo Acción, y coordinado técnicamente por WCS-Colombia. También forman parte de este, diez organizaciones ejecutoras.