Por Javier Silva
Será desde el próximo sábado, e incluirá jornadas académicas y culturales. Con esta actividad, la comunidad de la vereda, situada en Orito y en pleno piedemonte Andino-Amazónico, quiere resaltar la importancia de este grupo de vertebrados, cuyo valor es trascendental para la biodiversidad nacional. Según monitoreos realizados en los últimos dos años, en este sector del país habitan más de 500 especies, una cuarta parte del total nacional.
Dice Fernando Ayerbe, autor de la Guía Ilustrada de la Avifauna Colombiana, y uno de los ornitólogos más respetados del país, que la vereda El Líbano, en Orito (Putumayo), es uno de los puntos que concentra la mayor variedad para este grupo de vertebrados en Colombia, nación que —recordemos— posee la mayor diversidad de aves en todo el mundo.
Y esto sucede porque El Líbano no solo está situada en el piedemonte Andino-Amazónico, sino en límites con la cuenca del Napo, un río que conecta a Perú y Ecuador, también dentro de la gran selva del Amazonas, muy cerca de la frontera con Colombia.
No obstante, y a pesar de esa privilegiada condición, hasta hace muy poco tiempo esa riqueza era vista con normalidad y sin mucho asombro.
Pero la historia ha comenzado a cambiar y, en años recientes, todo ese patrimonio natural está siendo asumido y celebrado como propio. Por eso ahora, gran parte del grupo humano que habita en este lugar lo preserva y se siente orgulloso de tenerlo. Quieren exhibirlo al mundo. Y esperan que los colombianos se enteren de su existencia. Y para dar pasos iniciales hacia ese objetivo, organizarán el primer festival de las aves, llamado ‘Alzando el vuelo’.
La idea es desarrollar, durante tres días —19, 20 y 21 de agosto—, actividades alrededor de ellas, como muestras cinematográficas, un concurso de cuento, la inauguración de murales, obras de teatro, así como exhibiciones de danza y de música.
A esa propuesta se sumarán dos foros programados que han sido titulados ‘Aves, desarrollo y territorio’ y ‘Aves y construcción de paz con la naturaleza’. Allí estará, precisamente, Fernando Ayerbe. También, el guía putumayense, e investigador en conservación y monitoreo de la biodiversidad de aves en hábitats andino-amazónicos, Brayan Coral. Y el biólogo de la Universidad Nacional Nabhi Romero.
A la organización del evento se han vinculado el *Proyecto Vida Silvestre (PVS), liderado por WCS y sus financiadores principales —Ecopetrol y Fondo Acción—, al igual que algunas organizaciones que trabajan desde el territorio con esta iniciativa, como es el caso de la Asociación Alas Putumayo.
También se sumó Compaz, fundación creada por el expresidente y Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, que contribuye a la construcción de paz y reconciliación en el país, fortaleciendo y visibilizando líderes e iniciativas de los territorios más afectados por el conflicto armado.
Otras entidades participantes son la Corporación Autónoma Regional del Amazonas (Corpoamazonia), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) y Parques Nacionales Naturales de Colombia, institución que administra allí, en tierras de la etnia Kofán atravesadas por el río Guamuez, el Santuario de Fauna y Flora Plantas Medicinales Orito Ingi Ande.
El valor de los movimientos sociales
Pero es necesario reconocer que el festival ha tenido como uno de sus gestores principales al Colectivo Gallito de Roca, organización comunitaria de carácter local integrada por 17 personas de El Líbano, dedicadas a la promoción y el cuidado de las aves de su vereda.
Últimamente, y como actividades complementarias, ellos han estado trabajando con un vivero para impulsar procesos de restauración vegetal y promoviendo la liberación de algunos animales recuperados en cautiverio, estrictamente mamíferos como coatíes, pecaríes, zorros, tairas y un mono aullador rojo.
Este colectivo se consolidó en menos de dos años como parte de las actividades que el PVS inició allí en 2019. Para ese momento, y con el apoyo de Alas Putumayo, en el año 2020 se organizó un diplomado de cuatro meses. A ese espacio de formación asistieron 50 personas que lograron adquirir conocimientos básicos sobre las aves, incluyendo la diversidad de sus especies y cómo reconocerlas en campo.
Precisamente, Vanessa Perdomo, representante legal de Alas Putumayo, explica que ‘Alzando el Vuelo’ demuestra el valor de este tipo de iniciativas sociales y académicas. “Las personas que integran el Colectivo Gallito de Roca, motivadas y formadas en el diplomado, son hoy las que impulsan el aviturismo en el territorio, las que invitan al resto de pajareros a seguir adelante, y eso nos hace sentir muy orgullosos”, añade Vanessa.
Para ella, este ha sido un proceso formativo que se complementa con la existencia de otros grupos similares como el Colectivo de Mujeres para la Protección del Mono Chorongo y el club ‘Huellas de Conservación’, que reúne a jóvenes y a niños para el aprendizaje de conocimientos básicos sobre el cuidado del medio ambiente.
Con estos casos reales y en funcionamiento, como agrega Fernando Ayerbe, se le ha dado un valor trascendental al conocimiento local, lo que ha redundado en una apropiación de los recursos.
—Entonces, de ahora en adelante será mucho más fácil acumular y mantener en el tiempo apoyos locales o foráneos, e independientemente de las entidades o de los proyectos de conservación que lleguen a la región—, opina Ayerbe.
Más de 500 especies
Tal vez, una de las principales actividades del ‘Festival Alzando el Vuelo’ se desarrollará el lunes festivo 21 de agosto: se trata de ‘Cada pájaro cuenta’, jornada de campo, o pajareada, que tendrá tres categorías: huevo (para integrar a los observadores aprendices), pichón (para los intermedios) y adulto (que incluye a los avanzados).
Recorrerán los sectores de El Pedernal, La Vega, Aguabonita y la vía principal de la vereda, para resaltar, como un hecho casi que irrebatible, las cifras que ubican a El Líbano, con su extensión aproximada de 18 mil hectáreas, como un Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA).
Según un informe realizado entre 2019 y 2020 por Alas Putumayo, y que ha sido actualizado año tras año gracias a jornadas como el Global Bird Day, en la vereda, con sus diferentes rutas, se pueden ver, al menos, 534 especies. Una cantidad importante que propicia, en gran medida, la confluencia que allí ocurre entre las selvas andinas que visten el flanco oriental del Macizo Colombiano, con aquellas que, mucho más abajo, se riegan hacia la Amazonia.
Sobresalen en la lista de ese patrimonio que ostenta El Líbano, los hormigueros (se alimentan de hormigas), las tangaras, una de ellas conocida como urraca (Cissopis leverianus), y los atrapamoscas como el sirirí o toreador (Tyrannus melancholicus). Hay, también, tucanes y pájaros carpinteros, pavas y paujiles, tinamúes, tororois, tapaculos, las conocidas como monjitas, buitres, cucaracheros, cotingas, loros, guacamayas y cardenales.
Pero es posible que algunos de los más destacados sean los fruteros, entre ellos el gallito de roca andino (Rupícola peruvianus), el guardabosques coligris (Snowornis subalaris), el frutero negro (Querula purpurata), la cotinga turquesa (Cotinga maynana) y la cotinga celeste (Cotinga cayana). Sin olvidar al frutero gorguirrojo (Pipreola chlorolepidota), que adorna el afiche central del festival y que se ha convertido en símbolo del evento.
Con seguridad, muchas de ellas se mostrarán en pleno vuelo durante esos tres días, para aumentar el entusiasmo de esta primera fiesta organizada en su honor.
*El Proyecto Vida Silvestre, iniciativa liderada por Ecopetrol, el Fondo Acción y WCS, trabaja por la conservación de 15 especies (doce de fauna y tres de flora). Lo hace en tres paisajes de Colombia: los Llanos Orientales, el Magdalena Medio y el Piedemonte Andino-Amazónico (Putumayo).