Se trata de dos viveros construidos con ayuda de los propietarios y trabajadores de los predios El Pajonal y Mi Familia, aledaños al río Bita, en el Vichada. Allí, abarcando un área de 200m2 en cada propiedad, ocho mil semillas (aproximadamente 100 kilos) de la especie Mauritia flexuosa y otros árboles nativos, esperan convertirse en las plántulas que luego permitirán la restauración de los morichales degradados en la zona.
En esta actividad, el apoyo técnico de Yoluka ONG y el Proyecto Vida Silvestre se combinó con los aportes, experiencias y el conocimiento de la comunidad participante en esta tarea. Esto permitió abrir un espacio no solo para investigar, producir y educar sobre la importancia del moriche, sino también, para fomentar la conservación en la cuenca del río Bita y el ecosistema comprendido a su alrededor.
El moriche es una especie reconocida por ser un purificador de agua extraordinario, además de un símbolo del paisaje orinocense. A pesar de ello, sus poblaciones se han visto disminuidas, principalmente, debido al cambio en el uso del suelo. Por eso, contribuir con el aumento del número de individuos de esta palma, es vital en el camino por preservar tanto el preciado líquido como la imagen de la región.
En el mismo sentido, tras la firma de acuerdos para la protección de los morichales, los actores involucrados han mostrado su firme intención por participar en los distintos procesos que conlleven al beneficio de su comunidad y de su territorio en general.
Actividades como la construcción de viveros y la realización de talleres sobre el cuidado de los mismos, forman parte del trabajo que Yoluka ONG adelanta en pro de la palma moriche en los Llanos Orientales. Todo, en el marco del Proyecto Vida Silvestre y su iniciativa de conservación en esta región del país.