Hablamos de un vivero ubicado en el predio La Bendición, en la la vereda La Esmeralda, en Puerto Carreño (Vichada). En su construcción participaron alrededor de 40 vecinos del río Bita, entre niños, jóvenes y adultos,. Todo bajo el liderazgo de Yoluka ONG y como una de las actividades propuestas en el marco del Proyecto Vida Silvestre.
Con tareas como llenado de bolsas con sustrato y poniendo semillas en el germinador, los participantes aprendieron en esta jornada sobre la utilidad que tienen los viveros, su función y todas las actividades y trabajos que se realizan en ellos. Esto, para motivar e incentivar la producción de plantas nativas, incluyendo por supuesto, la palma de moriche en sus predios.
En esta jornada, los asistentes profundizaron en generalidades del moriche, pasando por su distribución geográfica y la época en que producen sus frutos, hasta cuáles animales se benefician y alimentan de ella (dantas, peces, loros, etc). También se les enseñó sobre su forma de reproducción y que esta es una especie dioica, es decir, que presenta individuos machos y hembras, (lo que se puede diferenciar al ver sus flores), información que muchos desconocían.
Este espacio también se aprovechó para hablar de los distintos servicios que ofrece la emblemática palma. Aquí, se compartieron las experiencias comentadas en entrevistas realizadas previamente por investigadores de Yoluka ONG con habitantes de la parte baja y media de la cuenca del río Bita sobre los usos que estos le dan al moriche. Los asistentes a la jornada pudieron enterarse de algunos beneficios que sus vecinos obtienen de la palma y que ellos no conocían. La obtención de aceite, la elaboración de chicha y helados, así como el aprovechamiento de las fibras para hacer techos y artesanías, forma parte de los usos que los pobladores le dan al moriche.
Cabe recordar que esta especie es importante no solo por su contribución al mantener las fuentes hídricas, sino también por ser emblema del paisaje llanero. Por ello la relevancia en que quienes se benefician de ella, comprendan que sus acciones tienen consecuencias sobre su entorno.
Yoluka ONG y el Proyecto Vida Silvestre buscan que el vivero “La Armonía” se convierta en un núcleo de enseñanza para quienes viven en la zona, cuya cooperación activa ayuda en la restauración y protección del paisaje orinocense.