Una especie en peligro de extinción debido, principalmente, a la cacería y fragmentación de su hábitat.
Su presencia quedó en evidencia en una de las cámaras trampa instaladas por la Fundación Orinoquia Biodiversa (FOB), en el predio La Tata, municipio de Puerto Carreño, Vichada.
Cabe recordar que este mamífero pertenece a la especie de cachicamos o armadillos viviente más grande que existe en la actualidad (familia Dasypodidae). Habita en bosques no intervenidos, cerca de cuerpos de agua, es nocturno, terrestre y solitario. Es una especie poco común, con tamaño poblacional bajo y sensible a la presencia humana; se alimenta principalmente de hormigas y termitas, aunque también consume larvas de escarabajos, gusanos y otros artrópodos.
El encuentro del ocarro nos permite conocer más sobre su distribución, al tiempo que aumenta el número en la lista de especies registradas en el río Bita. Ello argumenta, aún más, la importancia de esta cuenca en términos de la diversidad de mamíferos que allí habitan, muchos de ellos de importancia ecológica, cultural y económica. Dantas, cajuches, tigrillos, pumas y venados, entre otras especies, destacan entre los vecinos del armadillo.
El registro del ocarro forma parte de los resultados del monitoreo de biodiversidad que realiza FOB en el marco del Proyecto Vida Silvestre (PVS) en los Llanos Orientales. El PVS es una iniciativa de conservación coordinada por WCS Colombia en asocio con FOB, Yoluka ONG, Corporación Ambiental La Pedregoza, Fundación OMACHA y Fundación Palmarito. Está financiada por Ecopetrol y apoyada por la Fundación Mario Santo Domingo.