Una exposición con dibujos realizados por habitantes de la ruralidad tolimense viene siendo presentada en varios espacios de ese departamento. Su contenido muestra distintas especies de flora y fauna que son representativos del lugar.
Por Carolina Obregón Sánchez
Nubia Castro vive en las montañas del sur del Tolima. En el segundo semestre del año 2022, ella recibió una invitación que -según sus propias palabras- la hizo sentir “entusiasmada pero nerviosa”. Se trataba de un taller de ilustración para aprender a dibujar especies de flora y fauna.
En sus 40 años de vida (para entonces), los únicos dibujos que Nubia había hecho eran los que les dejaban como tarea a sus dos hijos cuando estaban en primaria, y que ella les ayudaba a finalizar; pero -afirma- “jamás había plasmado algo así: un águila crestada, que es un animal que veo muy de cerca, pues vuela sobre mi finca y por el que siento gran aprecio”.
Junto con otras 16 personas, Nubia pertenece a Amosiqui, un colectivo rural que ha venido haciendo, desde hace más de seis años, diversas actividades de comunicación y divulgación asociadas al programa Río Saldaña – Una Cuenca de Vida*.
Cada uno de los integrantes de Amosiqui, cuyas edades oscilan entre los 14 y 60 años, vive en inmediaciones de las subcuencas de los ríos Amoyá, Alto Saldaña-Siquila y Cucuana, todas ubicadas en el sur del Tolima (cordillera Central), y donde esta iniciativa viene trabajando en pro del recurso hídrico y de la conservación de los recursos naturales.
En medio de lápices de distintas densidades, colores, libretas de dibujo de gran tamaño, marcadores, rapidógrafos, sacapuntas y borradores, los asistentes al taller -incluyendo a Nubia- aprendieron desde sencillos ejercicios de calentamiento físico para prepararse a dibujar, hasta las técnicas de trazo y aplicación de color, así como los conceptos de contraste y volumen para la creación de pelajes, plumajes y texturas.
Al final del taller, Amosiqui elaboró 24 bellas ilustraciones alusivas a 22 especies, incluyendo plantas ornamentales y forestales, aves, reptiles y mamíferos. Cada cuadro pareció dar vida al salón de clases que los acogió en el municipio Roncesvalles.
Especies ilustradas
- Oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y chachafruto (Erythrina edulis) - Juan Pablo Baldión (16 años) - Vereda Roncesvalles
- Danta de páramo (Tapirus pinchaque) - Carlos Eduardo Serna (16 años) y Ángela Prieto (34 años) - Vereda San José Hermosas
- Siete cueros (Tibouchina lepidota) - Ángela Prieto (34 años)
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Laurel (Morella pubescens) - Carlos Eduardo Serna (16 años)
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Pato de torrentes (Merganetta armata) - Kelly Pineda Lozano (18 años) - Vereda Bolivia
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Loro orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis) -Carlos Enciso (18) - Vereda San Francisco
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Águila crestada (Spizaetus isidori) y Miconia Lorenaensis - Nubia Castro (42 años) - Vereda Aurora Hermosas
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Tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus) - Juan David Rodríguez (16 años) -Vereda Roncesvalles
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Venado de páramo (Mazama rufina) - Angie Lorena Suárez (18 años)
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Cariseco (Billia rosea) - Angie Lorena Suárez (18 años) y Juan David Rodríguez (16 años)
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Tórtola tolimense (Leptotila conoveri) - Milton Montoya Vélez (18 años) - Vereda Bolivia
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Pinzón cabeciamarillo (Atlapetes flaviceps) - Sara Hernández (19 años) - Vereda Roncesvalles
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Gallito de roca (Rupicola peruvianus) - Carolina Samacá (29 años) - Vereda San José Hermosas
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Colibrí cabecicastaño del Tolima (Anthocephala berlepschi) - Maritza Velasco (19 años) - Vereda Siquila
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Abaniquillo (Anolis tolimensis) y palma de cera (Ceroxylon quindiuense) - Lina Marcela Ramírez (40 años) - Vereda San José Hermosas
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Tucán andino (Andigena hypoglauca) - Katherine Gutiérrez (18 años) - Vereda Planadas
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Zamia (Zamia tolimensis) - Juan Diego Murcia (48 años) - Vereda Roncesvalles
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Cedro negro (Juglans neotropica) - Reinaldo Molina (62 años) - Vereda El Cairo
Aprender las técnicas y disfrutar los resultados
El “no saber dibujar” es una creencia muy común a la hora de enfrentarse a la hoja en blanco. Iván Poveda, comunicador social e ilustrador con amplísima experiencia en estas lides, fue la persona que coordinó la actividad. Cuenta que muchos de los invitados llegaron al primer día del taller con el mismo “miedo y entusiasmo” que sentía Nubia: “la mayoría nunca había dibujado, y tampoco había tomado un taller de este tipo, aunque el dibujo y la ilustración les llamara la atención. Por eso, el primer paso fue romper con el tabú de que solo las personas que tienen talento para dibujar, son las que están llamadas a hacerlo”, explica.
Con lo anterior en mente, la jornada inició haciendo unos ejercicios de motricidad fina para que los integrantes de Amosiqui soltaran las manos, ganaran confianza en sus capacidades y comenzaran esta “aventura de la ilustración”, afirma Iván. Luego, siguieron las técnicas para usar los lápices y colores, dar perspectiva, o manejar la luz y la sombra con miras a representar las especies seleccionadas a partir de fotografías o dibujos ya elaborados. Con el acompañamiento del tallerista en el paso a paso, cada participante creó su propia obra.
Meses después, ya siendo enero de 2023, los bellísimos dibujos logrados en ese taller inspiraron su divulgación mediante una exposición itinerante que ya ha recorrido varios puntos en el área de influencia de Amosiqui, pero que con el paso del tiempo sueña con abrirse más espacios en otros lugares de Colombia. Las ilustraciones -previamente digitalizadas- se montaron sobre unos paneles desarmables que, además, tienen información de las plantas y de los animales protagonistas de la muestra, al igual que la ficha técnica con el nombre de las y los dibujantes.
Desde entonces, la exposición ha hecho presencia en el parque principal del municipio de Planadas; también, en la sede de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) en Ibagué; aunado a ello, fue exhibida en Chaparral y en Roncesvalles; y, por último, en el XV Congreso Internacional de Manejo de Fauna Silvestre de la Amazonia y Latinoamérica, celebrado a finales del año pasado en la Universidad del Magdalena (Santa Marta).
Comunicación local y rural
A este taller de ilustración se suman otras capacitaciones que también ha recibido Amosiqui en fotografía, prensa y radio. Germán Bernal, comunicador social del proyecto, explica que estos talleres tienen un componente de educación, sensibilización y apropiación, pues se busca que las comunidades locales conozcan la biodiversidad presente en el área de implementación de Río Saldaña – Una Cuenca de Vida, se apropien de las acciones que allí se realizan para recuperación los bosques, y que sean ellas mismas quienes divulguen ese conocimiento.
Particularmente, al taller de ilustración asistieron personas que han vivido la mayor parte de su vida en las subcuencas ya mencionadas, y que no por ello dejaron de reconocer su sorpresa al saber que hay especies de flora y fauna de las que jamás habían oído hablar. En tal sentido, los talleres de comunicación dictados al colectivo Amosiqui han sido claves, pues, entre otros resultados, las comunidades locales comprueban el valor de su propio territorio.
Maritza Velasco pertenece a Amosiqui y ha participado en las distintas capacitaciones, incluyendo el taller de ilustración. Actualmente está a punto de graduarse como bachiller, y uno de sus sueños es estudiar turismo y dedicarse a comunicar su territorio. Comenta que “desde que empezaron estos talleres, me he dado cuenta de que hay lugares maravillosos en mi región, y quiero descubrir más. Durante la capacitación que recibí sobre ilustración, conocí especies que no sabía que existían, compartimos información con personas de otros municipios y aprendimos sobre plantas y animales que están en vías de extinción”.
Mucho tiempo después de haber recibido ese taller, Maritza y Nubia se enteraron que los dibujos que ellas habían pintado (el colibrí cabecicastaño del Tolima y el águila crestada, respectivamente), al igual que los de los demás talleristas, formarían parte de una exposición itinerante y de un calendario para el año 2024. Ambas coinciden en que esta “experiencia es maravillosa”, pues contribuye a hacer más visible la riqueza natural de su territorio en su propia región y en otras regiones del país.
Para ellas, es “muy chévere” que se conozca la flora y la fauna del sur del Tolima, región en la que Amosiqui hoy hace las veces de un embajador que le cuenta a propios y a extraños la importancia de conservar la vida silvestre que aún salvaguarda ese entrañable rincón de la cordillera Central de Colombia.
* Río Saldaña – Una cuenca de Vida es una alianza público-privada entre la Fundación Grupo Argos, Concretos Argos, Parques Nacionales Naturales de Colombia, Cortolima y WCS, con el apoyo de APC-Colombia.