Las 28 especies de tortugas que posee Colombia convierten a este país en un lugar altamente estratégico para conservarlas. De hecho, a nivel global, esa nación ocupa el sexto puesto en cuanto a la diversidad de esos reptiles, siendo tres de estos endémicos: Mesoclemmys dahli, Kinosternon dunni y Podocnemis lewyana. Colombia también posee el mayor número de familias de tortugas continentales: en total, siete.
Lamentablemente, estas importantes cifras tienen otra cara: la de las amenazas que sufren esos animales como consecuencia de las acciones humanas. Entre la lista debemos destacar el consumo de la carne y de los huevos, así como la destrucción y alteración de los ecosistemas donde habitan. Es un patrón que es tendencia en todo el mundo, ya que cerca del 50% de todas las tortugas continentales que habitan nuestro planeta, padecen situaciones similares.
Por todo lo anterior, Wildlife Conservation Society (WCS) – programa Colombia – y Turtle Survival Alliance (TSA) unieron esfuerzos en el año 2012 con el interés de implementar un programa de conservación de tortugas a partir de un modelo exitosamente probado en Birmania y China. Uno de los objetivos principales de este programa es asegurarse que la protección de estos animales forme parte de aquellas discusiones de alto nivel en las que también se abordan temas relacionados con las áreas protegidas y con la priorización de especies silvestres para la conservación.
Otro objetivo de esta iniciativa es expandir el potencial humano para trabajar con tortugas en Colombia. Esto, por medio de talleres, de investigación científica llevada a cabo en campo y de la puesta en marcha de técnicas de manejo en cautiverio. Varias de esas acciones están orientadas a la conservación de algunas especies previamente identificadas tanto por el Programa Nacional de Conservación de Tortugas Marinas y Continentales del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible como por el Plan Estratégico de Conservación para las Tortugas Continentales Colombianas.
Asimismo, esta alianza entre WCS y TSA busca impulsar y desarrollar programas de monitoreo de largo plazo para especies de tortugas endémicas que al mismo tiempo son consideradas como “raras” (por ejemplo, tapaculo del Chocó, Kinosternon dunni). De igual modo, se viene dando prioridad a especies que están en Peligro Crítico, como la tortuga charapa (Podocnemis expansa), que es la tortuga de río más grande de Suramérica; la tortuga del Magdalena (Podocnemis lewyana) que forma parte de las 25 especies de tortugas continentales más amenazadas del mundo y la montañera (Mesoclemmys dahli).